miércoles, 17 de mayo de 2017

PLUMAS DE CUERVO 3


La noche es ese momento en el que recaemos ante el dilema de dormir para poder soñar un poco o seguir soñando despiertos , la vista desde aquí nos hace sentir como en un bosque encantado , y ya estamos encantados , no sabemos como romper el hechizo , caminamos confundidos , las habilidades cultivadas durante años parecen ser inútiles , pero es una sensación hermosa y adictiva , el hecho de ser parte de este mágico lugar como es natural libera nuestro instinto y atrofia el sentido común , Tobi ya no esta seguro si fue una buena idea haber acompañado al Cuervo , si debió haber salido de casa para tomar ese bus nauseabundo , pero no puede ser tan malo después de todo , como podría ser algo malo ese cielo azul oscuro que nos va disparando chorros de agua temperada , como podrían ser algo malo esas luces de candelabro ante sus ojos , ese puente colgante de 90 metros que el Cuervo no quiere cruzar y no por falta de agallas , sino por que sus sandalias le quitan el equilibrio .Va ¡¡¡ buitre cobarde lo acusa Tobi y se dispone a cruzar , total este sería un magnifico lugar para desplomarse y 
pegarse un buen susto , más no dio ni 3 pasos cuando el cielo se torna más oscuro y nos hace testigos de un show dantesco de truenos y relámpagos , de lluvia acelerada y miradas aprensivas , por lo tanto están de acuerdo en esconderse en su hogar temporal , por fin coinciden en algo y miran por la ventana como se van inundando levemente las calles y avenidas del distrito , el sonido de las gotas suicidas que se van estrellando de manera trágica sobre el techo de calaminas gastadas es el somnífero perfecto y quedan muertos hasta la mañana siguiente.

Dicen algunos lugareños que lo bonito de la selva es que después de lanzarnos  una lluvia arrebatada , nos premia con un brillante y cálido sol , así empieza nuestro día desayunamos lo que es a nuestros ojos una rara variación del caldo de gallina , le pusieron arroz , yucas y plátano , lo observamos y sin pensar mucho procedemos a dejar vacío el plato con la ayuda de nuestro fiel rocoto molido.
Llega la hora de trabajar y nos ponemos en marcha , hay que resucitar algunas sartenes , reconocer 
los insumos locales , extrañar nuestro fresco y jugoso apio , y cogerle afición al sachaculantro , 
Aprendimos rápidamente a majar y servir tacachos al estilo local , es agradable llevarse algo de cada lugar , una lección por cada destino que pisamos , una idea nueva , un poema que se va macerando en la cocina  al final de cada día .


Y nos toca vivir la hora punta en la cocina , ese momento crucial que conoce todo cocinero , donde el hambre ataca furiosa a los comensales , y ellos invaden el restaurante  , presurosos e irracionales se aglomeran en la sala , exigiendo y jodiendo de la manera mas vil a los meseros incautos , ellos ceden ante la desesperación provocada y hostigan de manera imprudente al cocinero mayor que más parece un malabarista conjugando 4 sartenes en simultaneo  , tomando el tiempo mentalmente de las carnes a la parrilla , dando el punto exacto a las salsas , pero que diablos sabrá de eso un mesero con cara de infante , al cual lamentablemente no queda más que invitarlo directamente a asistir a la casa de su gran puta madre ¡ Así que empieza el guapeo en la cocina , el cuervo se inunda de estrés , voltea la mirada y observa como se hecha a perder un medallón de lomo fino , esto genera una explosión en su cerebro y empieza a confrontar y maldecir al buen Tobi , que parece no reaccionar , probablemente su instinto de cocinero se quedo en el bus , no quiso bajar o quien sabe si se enamoro perdidamente de la dueña del restaurante , vaya tipo . Dan las 6 de la tarde la cocina ya esta cerrada y ambos están molestos , Tobi por lo mal que lo han tratado en su primer servicio rápido , y el Cuervo por los pendejos y absurdos errores que ha observado y más que molesto esta preocupado , pero suspira una vez más y elige pensar que fueron los nervios así que salen del lugar rumbo a un bar que ya habían tasado , un lugar donde volvían a ser amigos , donde podían tomarse unas cervezas bien frías olvidando el tropiezo sabatino y escuchar enamorados a una rockera local que interpreta La Corbata de mi tío - Los Ex , así cerramos lo que fue uno de nuestros mejores días en Satipo.


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